La Historia del escorpión
Una familia que vive en Israel, viendo que ya eran muchos para vivir en un apartamento pequeño, decidieron mudarse a uno más amplio. Realizaron una mudanza, acomodaron todos los muebles, y ordenaron lo que debían ordenar, y descubrieron un escorpión. Eso los alarmó mucho, porque es un insecto muy peligroso. Se deshicieron del bicho y siguieron poniendo a punto la casa. Pero después de unos minutos, tuvieron otra sorpresa. Se les apareció otro escorpión dentro del apartamento. Entonces llamaron a una empresa de desinfección. Vinieron, y tras revisar, comprobaron que en el apartamento, debajo del piso, había un nido de escorpiones, y tenían que hacer una limpieza exhaustiva. Pero como no tenían los elementos necesarios, tenían que fijar un día para volver y realizar la limpieza.
Después de acordar el día, comenzaron a reflexionar; porque alguna causa debe haber, nada es casual, todo viene de lo Alto. Pero no encontraron ninguna causa que pudiera provocar esa aflicción. Decidieron ir a ver al rabino de la ciudad para preguntarle qué pensaba acerca de lo que les había ocurrido, y pedirle una sugerencia.
Cuando llegaron, el rabino escuchó con atención el relato, y les dijo: veamos qué dice el libro Perek Shira, que contiene los versículos que corresponden con los seres vivientes que hay en el mundo, y también las demás creaciones.
El rabino buscó el versículo que corresponde con el escorpión, y era este: «El Eterno es bueno con todos, y sus misericordias sobre todas sus creaciones» (Salmos 145:9).
El rabino se dirigió a la familia y les dijo: ¿recordáis algo vinculado con este versículo? ¿Hay alguna obra de bien que habéis dejado de hacer? Reflexionaron y le dijeron que no. No recordamos nada que hayamos hecho y dejamos de hacer. El rabino le dijo que pensaran bien, quizá hay algo que no estáis considerando. Ellos pensaron más a fondo y el hombre dijo: ¡Sí! Ahora recuerdo algo. En el apartamento anterior en el que vivíamos, solíamos invitar a un hombre que no tiene donde vivir ni comer, y lo invitábamos a comer todos los días. Pero cuando nos mudamos pensamos que ya somos muchos en la casa, y no podemos invitarlo más. Y no le dimos la dirección del nuevo lugar donde nos mudamos. Eso es lo que me acuerdo, que puede ser algo que estaba haciendo y he dejado de hacer. El rabino dijo: es muy probable. Buscad a ese hombre, invitadlo nuevamente a vuestra casa y ved qué sucede.
Lo buscaron, y lo invitaron, y el hombre les contó que en esos días que transcurrieron desde que se fueron, no había comido comida caliente. Le dijeron que estaba invitado para venir todos los días a comer como antes. Y así fue. Y cuando llegó el día acordado con la empresa desinfectante, ellos vinieron revisaron y vieron que no había escorpiones. Todos habían desaparecido.
Índice
Esclarece La Duda De Tu Corazón
La Difícil Tarea De Formar Parejas
El Misterio De Lavarse Las Manos
No Hay Mal Que Por Bien No Venga
El Origen Del Nombre Jerusalén
Por Qué El Judaísmo Se Transmite A Través De La Madre
El Curioso Nacimiento del Hombre y la Mujer
Diferencia peculiar entre la voz de un hombre y la voz de una mujer
Las palabras de la Torá son como la Lluvia
Un Secreto de las aguas del Diluvio Universal
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