El juicio de un animal
Toda persona que tiene una mascota sabe cuánto la ama y el aprecio que siente por esta, y cuán grande es el sufrimiento cuando le pasa algo. Cuando a la mascota de una persona le ocurre algo, muchas veces, esa persona es capaz de salir en busca de atención con desesperación, del mismo modo cómo saldría por un hijo querido al que le ocurrió algo, que tuvo un accidente, o un dolor, y necesita atención.
Hay personas que tienen perros, otros gatos, otros conejos, otros caballos, otros otro tipo de animales, y todos aprecian a sus animales queridos, demostrando amor por los mismos. Ahora bien, ¿qué ocurriría si el animal tan querido por la persona daña a otro, y le provoca la muerte? Ese animal, ¿debería ser considerado un asesino directamente, o ser juzgado para determinar si es inocente o culpable? Los sabios también consideraron este asunto. Pues la Torá ordena que en el mundo exista justicia, que los jueces sean honestos y juzguen correctamente en toda la medida de sus posibilidades. Como está escrito: «Justicia, justicia, perseguirás» (Deuteronomio 16:20). Se repite la palabra justicia para acentuar la necesidad de resolver cada pleito en forma apropiada, y responsable. Incluso cuando se tratare de algo que pareciere insignificante, deberá juzgarse con dedicación absoluta y responsabilidad. Observad lo que se declara en la Mishná:
Un lobo, un león, un oso, un leopardo, una pantera, o una serpiente, cuando hubieren matado a una persona, deben ser juzgados por un tribunal integrado por 23 miembros. Y si el animal es hallado culpable, debe ser ajusticiado.
En el Talmud se explica que se refiere a animales que tenían un dueño. Rabí Eliezer considera que todo el que se adelanta a matar al animal que asesinó a una persona, ha hecho bien, pues evita que ocurran nuevos accidentes con ese animal. Sin embargo, Rabí Akiva sostiene que los animales deben ser juzgados por un tribunal integrado por 23 miembros, con excepción de una serpiente, que es un animal propenso a matar siempre. Por eso, el que la matare habrá hecho bien, ya que así quita al dañador del mundo. Y la ley se determina como la opinión de Rabí Akiva (Mishná, tratado de Sanhedrín 1:4).
Índice
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La Difícil Tarea De Formar Parejas
El Misterio De Lavarse Las Manos
No Hay Mal Que Por Bien No Venga
El Origen Del Nombre Jerusalén
Por Qué El Judaísmo Se Transmite A Través De La Madre
El Curioso Nacimiento del Hombre y la Mujer
Diferencia peculiar entre la voz de un hombre y la voz de una mujer
Las palabras de la Torá son como la Lluvia
Un Secreto de las aguas del Diluvio Universal
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