El incienso ofrendado en el Templo Sagrado
Por que el incienso que se ofrendaba en el Templo Sagrado de Jerusalem tenía un componente que daba mal olor.
Estudiamos en el Talmud, en el tratado de “Critut” que trata sobre pecados con pena capital:
El incienso se hacía con 1) bálsamo, 2) uña olorosa, 3) gálbano, 4) olíbano, pesando cada uno de ellos setenta mané (mané es un tipo de medida de capacidad). 5) Mirra, 6) casia, 7) nardo, 8) azafrán, pesando cada uno de ellos dieciséis mané, 9) costo, doce mané, 10) corteza aromática, tres mané. 11) Canela, nueve mané.
Se utilizaba también para la preparación del incienso: lejía de Karshená, nueve kabim (es un tipo de medida de capacidad). Vino de Chipre, tres sein (es un tipo de medida de capacidad) y tres kabim – si no era posible obtener vino de Chipre, se podía utilizar en su reemplazo vino blanco añejo, sal de Sodoma un cuarto de kab (es el singular de kabim, o sea el nombre de una medida de capacidad) y un poquito de un vegetal que levante humo. Rabí Natán sostiene que también se agregaba una cantidad de ámbar de Jordania. Pero si le agregaba miel, lo tornaba inválido, y si omitió uno solo de los ingredientes era pasible de la pena capital.
Observamos que el incienso se preparaba en base a 11 componentes básicos. Pero lo curioso es que pese a que era para que de un aroma agradable que será ofrecido a Hashem, con todo eso, uno de los componentes que citamos, el gálvano daba mal olor al incienso y el motivo de esta cosa tan extraña vamos a explicar a continuación.
Versa en el libro “Jesed le Abraham” ¿Cuál es el motivo de la cantidad de los componentes del incienso es 11?
Te viene a enseñar, que no impidas al malvado orar con la congregación en la sinagoga, ya que cuando las plegarias se eleven, en el Cielo las analizarán y compararán con las del impío que allí había, y verán que frente a la plegaria de ese hombre, las de los demás asistentes fueron muy superiores.
Cosa que no lograrían si este malvado no se hallara allí, no habría con quién comparar sus plegarias demostrando superioridad, así que la ganancia que se obtiene por permitirle orar con la congregación es mucha, además que él mismo se contagiará de los hombres rectos que allí hay y enderezará su camino para poder regresar a los senderos del bien.
Por eso tenía el incienso un componente que daba olor feo, para enseñarte que uno en la congregación que da olor feo, se anula entre diez que dan buen olor.
Pero para esto se necesita que haya en la Sinagoga diez hombres buenos para anular al malo, no sirve que haya nueve frente al malo, eso lo aprendemos del incienso.
Y si hay dos hombres malos, se necesitarán 22 hombres buenos para anularnos, ya que si disminuyen las cantidades, en vez del impío impregnarse del buen aroma de los buenos, los buenos se impregnarán del feo olor de los malos.
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